El mayor problema en la generación de hidrógeno no es la propia generación en sí, sino el almacenaje de dicho hidrógeno. Por eso la generación in situ de este hidrogeno seria la solución ideal a los problemas de almacenamiento. En 1874, Julio Verne escribió:”creo que el agua algún día será empleada como combustible, que el hidrógeno y el oxígeno, los cuales la constituyen, usados en forma individual o conjunta, originarán una fuente inagotable de calor y luz”.
Se están haciendo grades avances en este campo y ya se pueden encontrar prototipos de vehículos impulsados solo con agua. Estos utilizan una tecnología denominada Membrane Electrode Assembly que es capaz de separar el hidrogeno y el agua mediante reacciones químicas. Una vez separados los componentes se puede utilizar el hidrogeno directamente en la combustión del motor. Con este sistema nos ahorramos al tener que almacenar el hidrógeno y el tener que disponer de centrales de abastecimiento cada ciertos kilómetros para poder rellenar los tanques del depósito de hidrogeno.
Esta es una solución muy interesante también porque se pueden aprovechar los tanques de gasoil de los trenes ya existentes así como los propios motores que pueden funcionar directamente con hidrógeno haciendo muy pocas modificaciones.
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