Generación de Hidrógeno

El hidrógeno (H) es el elemento más frecuente y sencillo del universo. Su estructura atómica se compone tan solo de dos partículas elementales: un electrón y un protón. En general, el hidrógeno se presenta como molécula de dos átomos, de ahí la fórmula H2. Todas las estrellas, también el Sol, extraen su energía de este elemento. El hidrógeno puro es un gas incoloro e inodoro; en la Tierra se presenta fundamentalmente en combinación con el oxígeno, en el agua (H20), de la que proviene su nombre.
Los agentes ener­géticos fósiles, como el petróleo, presentan dos claras desventajas: por un lado, sus reservas son limitadas y, por otro, contribuyen al efecto invernadero global debido a las emisiones de CO2 durante la combustión. Por tanto, son necesarias alternativas. Es evidente que sólo tendrán futuro las formas de energía y accionamiento que se incorporen al ciclo de la naturaleza. Esta es precisamente la ventaja decisiva del hidrógeno.

NGC 604, una enorme región de hidrógeno ionizado en la Galaxia del Triángulo

El único problema es que energías utilizamos para generar ese Hidrógeno. Si el Hidrogeno lo generamos como hasta ahora por la reforma del gas natural, la oxidación del petróleo o la gasificación del carbón estamos trasladando el problema de generación del CO2 del tubo de escape del coche a la chimenea de la planta de generación. Por eso la generación del hidrógeno debe de producirse utilizando energías limpias como la Eólica, hidráulica o la Solar.

El hidrogeno es el combustible de mayor capacidad energética Con el mismo peso, su coeficiente calorífico triplica al de la nafta. Es por ello que ya desde hace tiempo se viene utilizando esta sustancia en la astronáutica. Los expertos dudan que se puedan fabricar transbordadores espaciales ó cohetes vectores sin hidrógeno.

Todos los combus­tibles fósiles (hidrocarburos) contienen hidrógeno. Pero el futuro está en la obtención del H2 a partir del agua: de este modo, el mar, que cubre dos terceras partes de la Tierra, se convierte en una fuente inagotable de energía. Sólo es necesario descomponer el agua para obtener hidrógeno y, a continuación, se puede transportar, como el petróleo, a cualquier lugar.